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10 May 2017

¡Niños al suelo!: La importancia del arrastre y del gateo
Las sillas de paseo nos facilitan la vida y consiguen que nuestros hijos puedan acompañarnos desde que nacen a casi todos sitios sin tener que cargarlos en brazos. También los parques-cuna—aunque ya casi no se venden por falta de espacio en las casas-, llenos de juguetes, nos ayudan a que el niño esté controlado, se ensucie poco y no corra peligro. Pero si conociéramos los innumerables beneficios que tiene dejar a nuestros hijos en el suelo, no nos dejaríamos frenar por las incomodidades.
Llega el buen tiempo y además de pasear por los parques de la ciudad con tu hijo, aconsejamos que nos paremos en alguna zona del parque y dejemos a nuestros bebés tocar la hierba, gatear o arrastrarse sobre ella.
Es asombroso ver lo que ocurre en el cerebro de un niño mientras está gateando. Y es fundamental no adelantar y forzar al niño a que camine antes de la cuenta. El gateo favorece la relación entre los hemisferios cerebrales y prepara la vista y la mano para la fascinante aventura, no muy lejana, de aprender a leer y escribir.
Son muchas las mejoras que podremos observar en los niños a nivel corporal y visual:
A nivel corporal:
- El gateo desarrolla la estructura de hombros, codos, muñecas, rodillas y tobillos al estirarse-sentarse-gatear-sentarse-gatear-estirarse e intentar ponerse de pie.
- Al pasar por diferentes terrenos y tocar diferentes texturas, el gateo desarrolla la sensibilidad táctil de los dedos y la palma de la mano que le facilitará en un futuro el agarre de objetos pequeños como el lápiz al escribir o pintar, o el tocar instrumentos de cuerda o viento.
- En esta etapa también tiene lugar la maduración de la motricidad fina (manos-dedos) pudiendo coger objetos con el dedo pulgar e índice de manera simultánea (tipo pinza).
- El gateo armónico y continuado proporciona al bebé una capacidad respiratoria superior que cuando está inmóvil, lo que aumenta la oxigenación de su cerebro, y también facilita su capacidad respiratoria para cuando empiece a balbucear o hablar.
- El gateo obliga al movimiento simultáneo del brazo y la pierna contrarios, situación que favorece, a nivel neurológico, la interrelación hemisférica. Por tanto, a más gateo, la velocidad de intercambio de información entre los dos hemisgerios será más rápida y eficaz. Un ejemplo práctico: le será mucho más fácil coger apuntes a la vez que escucha al profesor.
A nivel visual:
Al querer llegar al lugar donde hay un objeto de su interés, y luego cogerlo, le obliga a la coordinación óculo-manual (ojo-mano).
Además, ejercita cuatro aspectos importantes en la visión:
- Ejercita su visión binocular: el cerebro utiliza las imágenes que recibe de cada uno de los dos ojos y las fusiona en una sola imagen más completa.
- Desarrolla con gran intensidad la visión estereoscópica, es decir, la visión tridimensional que permite apreciar los volúmenes.
- Se estimula la convergencia y la acomodación, que permiten saber a qué distancia está un objeto y focalizarlo correctamente. Esto posibilitará en un futuro ver con claridad, facilidad y rapidez las cosas que están cerca (y las letras o dibujos de su libreta o de un cuento), así como las cosas que están lejos (la pizarra que ha de copiar), alternando ambos focos sin problemas. Por otra parte, saber a qué distancia están los objetos y su volumen, le permitirá poder cogerlos mejor y encajarlos con precisión en lugares determinados. Por ejemplo, los puzzles, juegos de encajar elementos/formas, meter y sacar cosas de los cajones que ya ha aprendido a abrir con facilidad, etc.
- Potencia la visión periférica, que es la que nos permite orientarnos en el espacio, informándonos de los movimientos en el entorno. Un sistema visual eficaz y rentable, será el resultado del perfecto equilibrio entre la visión periférica y la visión central.
Cómo fomentar el gateo
- Si tu bebé pesa mucho, arrodíllate detrás de él, sujetándolo por el vientre con una mano y usando tu otra mano para ayudarle a mover hacia delante sus manos y rodillas de forma alternativa.
- Si sois dos adultos, podéis usar una toalla rodeando su barriguita y levantándola de manera que se eleve del suelo y que sus manos y rodillas soporten parte de su peso. Entre los dos podéis ayudarle a avanzar: mientras uno le mueve las manos, el otro le va moviendo las piernecitas.
- Podéis utilizar vuestro propio cuerpo como obstáculo para que tu bebé lo supere (túmbate en el suelo y deja que tu bebé pase por encima de tus piernas como si fueran una montaña rusa a su medida). Esto le obligará a coordinar y fortalecer sus brazos y piernas. Cuando lo consiga, prémiale con besos y abrazos.
- También puedes construir obstáculos con almohadones grandes, mantas enrolladas, etc. (lo dejamos a tu imaginación).
- A veces, subir algunos escalones (o pequeños tramos de escalera) pueden ser un buen estímulo para él. Tienen tendencia a hacerlo por propia iniciativa, por lo que es aconsejable que no le pierdas de vista y supervises su “pequeña” ascensión.
- Acuérdate de cubrir las piernas del bebé con un pantalón largo o un mono de gateo para prevenir los efectos del roce cuando avance con rapidez por diferentes terrenos.
- La natación (sobre todo cuando están boca abajo) facilita el movimiento de brazos y piernas como si gatearan, con la libertad de estar menos sometidos a la gravedad. A la vez, la resistencia que le ofrece el agua en el movimiento hace que su musculatura se desarrolle mucho mejor.
- Por otra parte, si tu hijo tiene más de 10 meses y ves que ya tiene intención de caminar (sin haber pasado antes por la etapa de gateo) estos trucos pueden ayudarte a que no se pierda esta fase tan importante para su desarrollo.
Bibliografía:
Proyecto Príncipe. Asesoramiento familiar 113- Estimulación temprana 0-12 meses.
https://www.actualidadenpsicologia.com/gateo-fracaso-escolar/
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